Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación y poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable y sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos. Sabe, pués y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida al Mesias, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario y su fin seá con inundación y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Cerca del año 586 antes de Cristo, los judíos fueron invadidos y conquistados por el imperio Babilónico. El grandioso templo que construyera el rey Salomón quedó en ruinas y la mayor parte del pueblo salió hacia un cautiverio que duraría 70 años en la tierra de los caldeos, lo que hoy conocemos como Irack.
Daniel, era judío, había llegado a Babilonia con el grupo del cautiverio, pero ejercía un alto cargo en el gobierno Babilónico por su inteligencia y la gran sabiduría dadas por Dios. Estando en ese país, recibe varias revelaciones, entre ellas, una sobre el acontecer de los tiempos futuros, que es como la espina dorsal de toda la profecía, que le fué mostrada como LAS SETENTA SEMANAS.
Estas setenta semanas son semanas de años, o sea cada año representará un día, (Ezequiel 4:6) siete años completarán una semana. Estas, estan divididas en tres periodos: 1-siete semanas (o 49 años) 2- sesenta y dos semanas (o 434 años) y 3-una ultima semana de siete años. Empiezan su conteo cuando se da la orden a los Judíos de la recosntrucción del templo, seguidas inmediatamente de sesenta y dos semanas más, hasta la llegada del Mesías Principe, (Daniel 9:24, 25)...quedando una semana de siete años sin ocurrir, a Daniel se le dijo que sellara el libro hasta el fin de los tiempos.
En el mes de Abril del año 445 A.C se da el mandato de restaurar y reedificar a Jerusalén y se requirió de cuarenta y nueve años para lograrlo, cumpliendose así las siete primeras semanas, luego, pasan exactamente 434 años o sesenta y dos semanas hasta la crusificción del Mesías...por tanto tenemos cumplidas las 69 semanas ya, pero falta la numero 70...
En cuanto nace Cristo, se detiene el conteo de estas semanas y se empieza a alargar un periodo llamado el tiempo de los gentiles, que se extiende hasta nuestros días en espera de que ocurra la última semana del calendario de Dios...
Aquí entra en escena nuestro próximo personaje: El apóstol Juán, quien estando en Patmos desterrado, varios años después de la muerte de Jesús, recibe la última "versión" de la revelación que le fue dada a Daniel , la semana faltante de las setenta.
La semana número setenta, inicia con Jesús tomando el libro (el mismo que selló Daniel) y la apertura de los sellos (Apoc 5:9) aparesen entonses, según narra Apocalipsis, en el escenario mundial el cumplimiento de los sellos, las las trompetas y las copas, que son todos aconteimientos de juicio para el mundo y que tienen que ocurrir durante esos últimos siete años. Esta semana está dividida en dos partes, la primera parte dura tres años y medio y se llama la Tribulación, pasado este tiempo se romperá el pacto de paz que se ha hecho y esta roptura da paso a la segunda mitad de la semana llamada La Gran Tribulacion, al final de este periodo, Jesucristo viene la segunda vez, (Apoc 1:7) de manera visible a la tierra donde todo ojo le verá y vendrá no como cordero sino como un rey para enfrentar a sus enemigos y para dar inicio a un nuevo período en la tierra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario